Ciento ochenta y ocho mil doscientos treinta y seis. Es el número de habitantes que tiene la provincia, después de que en el último año haya perdido la friolera de 3.376 vecinos y haya caído por primera vez por debajo de los 190.000 residentes. Es el dato que dejaba ayer el avance de los datos del padrón de habitantes a 1 de enero de 2013 publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística.

Se trata del descenso poblacional más importante de los últimos años en la provincia. Si entre 2010 y 2011 perdió 831 habitantes, al año siguiente retrocedió 1.771 y en el último periodo de doce meses nada menos que 3.376. Las razones hay que buscarlas sin duda en la crisis económica. En años anteriores era el crecimiento vegetativo negativo (nacimientos menos defunciones) lo que lastraba la dinámica poblacional en Zamora, pero el descenso poblacional era menor porque los saldos migratorios eran positivos, tanto nacionales como extranjeros. Pues bien, ahora también sale gente de la provincia, lo que lleva a aumentar considerablemente la sangría poblacional.

Las cifras corroboran esta explicación. El número de extranjeros residentes en Zamora a 1 de enero de 2013 era de 8.100, lo que significa 703 menos que un año antes. En cuanto al otro fenómeno, la capacidad de Zamora para retener población e incluso atraer a gente de otras provincias también se ha ido al traste. En estos momentos residen en Zamora 150.078 personas que han nacido en la provincia, 2.515 menos que hace un año. Y viven aquí 38.158 habitantes que nacieron en el resto de las provincias del país, 861 menos que el año anterior. Todo ello, unido a que las muertes siguen siendo mayores que los nacimientos da como resultado la pérdida de 3.376 habitantes.

Castilla y León también perdió habitantes, 30.605 entre el 1 de enero de 2012 y el 1 de enero de este año, un 1,2 por ciento del total, hasta llegar a 2.515.473 ciudadanos empadronados, lo que la situó como la comunidad autónoma que más redujo su población el año pasado junto a Castilla-La Mancha, con el mismo porcentaje. A nivel nacional se produjo un descenso del 0,4 por ciento, hasta llegar a poco más de 47 millones de residentes, según los datos provisionales del padrón.

Por lo que respecta a los datos por provincias, las nueve de Castilla y León perdieron habitantes a lo largo del año pasado. Así, en Ávila había 168.149 empadronados a 1 de enero de 2013, un 1,82 por ciento menos que doce meses antes; en Burgos, 370.854, un 1,1 por ciento menos; en León, 488.254, un 1,25 por ciento menos, y en Palencia, 168.751, un 1,15 por ciento menos.

Por su parte, en Salamanca había 344.978 habitantes censados, un 1,59 por ciento menos; en Segovia, 161.356, un 1,59 por ciento menos; en Soria, 93.136, un 1,47 por ciento menos; en Valladolid, 531.759, un 0,47 por ciento menos, y en Zamora, 188.236, un 1,76 por ciento menos.

En cuanto al porcentaje de extranjeros empadronados en Castilla y León, ascendía al 6,5 por ciento del total de la población a 1 de enero de este año, 0,3 puntos porcentuales menos que un año antes, y una cifra muy inferior a la registrada en el conjunto de España, con un 11,7 por ciento, 0,4 puntos menos que doce meses antes.

Las provincias con más ciudadanos nacidos en otros países eran Segovia, con un 12,81 por ciento (20.662 personas), y Soria, con un 9,87 por ciento (9.194). A continuación se situaron Burgos, con un 8,73 por ciento (32.388); Ávila, con un 7,92 por ciento (13.321); Valladolid, con un 5,96 por ciento (31.691); León, con un 5,1 por ciento (24.879); Salamanca, con un 4,66 por ciento (16.086); Zamora, con un 4,3 por ciento (8.100), y Palencia, con un 4,25 por ciento (7.170).

Los datos provisionales del Padrón a 1 de enero de 2013 publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) también reflejan que Castilla y León cuenta con 2.248 municipios, de los que el 88,34 por ciento (1.986) tienen menos de 1.000 habitantes.



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